Hoy, volvemos la vista atrás. Septiembre de 2013. Recibimos un mail de Natalia y John diciéndonos que se casaban y con ello, empezamos los preparativos. Emocionados y algo nerviosos, con la sonrisita dulce que tanto les caracteriza, nos dijeron que querían casarse en la Iglesia San Juan Bautista de Deià y después, en la finca Son Marroig. ¡Lo tenían clarísimo, desde París a Mallorca!
Natalia y John nos contaron todo al detalle haciéndonos partícipes de momentos tan románticos que a todas nos dejaron boquiabiertas y es que, se prometieron en el lugar donde los cuentos, la ilusión y la imaginación se hacen realidad ¿Os imagináis dónde? 😉 ¡Tan monos!
Durante los meses previos no paramos de enviarnos mails. Natalia fue una novia muy creativa, nos pasaba todo tipo de información y fotos. ¡Mil ideas y todas geniales! Nuestro equipo de deco no paró. Tenían claro qué querían; nada de boda, tenía que ser “The love party” y además, mantener la línea y el estilo propio de aquí, querían una boda mallorquina con toques muy nuestros.
Obviamente, la Serra de Tramuntana y sus pueblos fueron el escenario escogido ya que no sólo se casaban en Deià y en Son Marroig si no que tanto ellos como muchos de sus invitados, estaban alojados en Deià y Valldemossa.
Llegó el gran día y con él, los nervios y las ganas de que llegue el momentazo, el “sí, quiero”. Los novios, acompañados de los suyos, disfrutaron de una mañana llena de risas y nervios. La novia y su sesión de belleza con una amiga, (peluquería y maquillaje), el vestido, zapatos y corona de flores preparadísimas. El novio emocionadísimo y muy bien acompañado por sus amigos…
Se acercaba la hora, el novio llega a la iglesia. ¡Ya no queda nada, Natalia está aquí!
¡Empieza! A partir de ahora, ¡siempre juntos!
Las amigas de la novia, ¡ideales de amarillo y con un ramito de camomilla!
La novia ¡espectacular! Basta ver la carita de John, ¿no creéis?
Durante la ceremonia las caras de complicidad, la sonrisa y la felicidad de los novios y de sus invitados fueron sin duda los elementos esenciales.
¡Llega el banquete! Son Marroig espectacular como siempre, el mar, las montañas…¡perfecto!
Los novios disfrutando del día junto a los suyos. Gafas “para el amol”, sombreros, mojitos…todo sin perder el estilo mallorquín que querían, ¿qué más se puede pedir?
La cena de la mano del catering Marc Fosh fue exquisita y además, llena de detalles muy personales. Por supuesto, ¡Mickey y Minnie no podían faltar! Un topper original para su tarta. Los novios no dejaron de dedicarse miradas y mimos, su felicidad se contagiaba. Llegaron los discursos, la entrega de ramo, el baile y…¡empezó la fiesta!
La fiesta rompió con lo tradicional mallorquín ya que la temática fue “Flower power”. Nuestro equipo de decoración hicieron un photocall súper original de flores naturales, ¡genial!
Desde Moments queremos agradecer a Natalia y John su confianza en nosotras, tanto para la organización como la decoración de su gran día y como os dijimos…¡os deseamos lo mejor!